SELVA VIRGEN (SANTANDER)

SANTANDER   El Departamento de Santander se constituye en una de las regiones más particulares de Colombia, pese a estar localizado en una zona predominantemente montañas, es posible encontrar todos los pisos climáticos, desde la selva humedad tropical en la zona media del Valle del Río Magdalena hasta los fríos páramos en la región oriental. En su parte montañosa presenta una sucesión de profundos cañones que cortan abruptamente las montañas, al tiempo que construyen fértiles valles como el de los ríos Suárez y Fonce, o espectaculares espacios orográficos como el Canon del Chicamocha, donde el río ha labrado a través del tiempo un escenario natural agreste y majestuoso que despierta la mas profunda admiración, considerado uno de los mayores atractivos del Departamento y de la nación. Paraíso para los espeleólogos, en la mayoría de los municipios se encuentra hermosas cuevas naturales, algunas con intrincados laberintos que entretejen corredores imposibles de recorrer en su totalidad. Maravillosas obras de ingeniería de la naturaleza hechas galerías que sirven de marco a infinidad de manantiales. Así mismo, en sus entrañas, gran cantidad de fósiles que dan fe de un pasado de insospechables resguardos prehistóricos, que pueden apreciarse en valiosas colecciones como las que guarda el Museo Arqueológico y Paleontológico, ubicado en el corregimiento Guane, en la población de Barichara, además de la memoria viva de antiguas culturas indígenas y dibujos rupestres, que pueden ser admirados en el Museo Arqueológico Regional Guane, ubicado en la localidad de Floridablanca. Santander es también palacio gastronómico, con su principal incentivo culinario las hormigas culonas, el cabro y la pepitoria, la gran profusión de dulces de pastilla y de paila, las panochas malagueñas, la cocada gironesa, el tradicional bocadillo veleño de guayaba y arequipe, las obleas de Floridablanca, el sabajón de Jesús María, los encurtidos de Zapatoca, los quesos de Onzaga, El Peñón y Sucre, los chorizos del Valle de San José, tamales, el mute, la tradicional arepa de maíz pelado y los afamados viudos de pescado del Magdalena. El santandereano, hombre recio y trabajador, orgulloso, altivo, recatado pero presto a la fiesta y el jolgorio, es hijo de una rica mezcla racial y cultural, producto del aporte indígena y europeo. El departamento de Santander forma parte de la región santandereana junto con el de Norte de Santander, que ocupa la parte nororiental de Colombia. Fue creado como estado en 1857 y en 1886 se convirtió en departamento. Su territorio es uno de los más montañosos del país; está atravesado de sur a norte por la Cordillera Oriental, que allí se bifurca hacia Cesar y La Guajira y hacia Venezuela. En Santander es posible encontrar todos los pisos climáticos, desde la selva húmeda tropical en la zona del Magdalena Medio, hasta el clima de páramo al oriente del departamento. En su parte montañosa presenta una sucesión de profundos cañones que cortan abruptamente las montañas; al fondo están los valles de los ríos Suarez, Fonce y Chicamocha; en este ultimo el río ha labrado a través del tiempo un escenario natural agreste y majestuoso que despierta la más profunda admiración; este espectacular Cañón es uno de los mayores atractivos del departamento y del país. La otra parte del territorio esta situada en el valle del río Magdalena, es la región del Magdalena Medio, que en otros tiempos estuvo cubierto por una densa selva virgen, pero en la actualidad ha dado paso al progreso, representado en la explotación de la riqueza petrolera. Esta topografía ruda y desafiante obliga a los santandereanos a enfrentarse a obstáculos naturales extraordinarios que han logrado vencer a través de los años.Una rica mezcla racial y cultural, producto del aporte indígena, español y alemán, al paso que avanzaba la colonización del territorio y la fundación de las poblaciones, forma el carácter del santandereano, hombre recio y trabajador, orgulloso, altivo, extrovertido y amante de la paz, que ha hecho de su departamento uno de los más prósperos del país.